viernes, 18 de julio de 2008

La Copa Intercontinental


La Copa Intercontinental o Copa Europea-Sudamericana es un extinto torneo de clubes de fútbol masculino que enfrentaba año a año al campeón de Europa (Liga de Campeones) con el campeón de Sudamérica (Copa Libertadores). El ganador de cada enfrentamiento se coronaba como Campeón del Mundo por ser la instancia más alta a la que podía llegar un club de fútbol oficialmente. Desde 1960 hasta 1979 se enfrentaban en los países de los respectivos campeones continentales y entre 1980 y 2004 se disputó en los meses de noviembre o diciembre en las ciudades japonesas de Tokio (de 1980 a 2001) y Yokohama (de 2002 a 2004). También es conocida como Copa Toyota, en alusión al patrocinador del trofeo. En 2005 fue reemplazada por la Copa Mundial de Clubes, que se celebra anualmente en Japón, agregando un campeón por continente (que antes no participaban) y a partir de la edición 2007 al campeón del país organizador, completándose un total de siete clubes aspirantes a convertirse en campeones a nivel mundial.
Entre 1960 y 1979 se disputaban partidos de ida y vuelta. Entre 1960 y 1968, se consagraba campeón aquel equipo que haya sumado más puntos entre los dos partidos, es por eso que en algunos casos se necesitaba un tercer partido. Desde 1969 hasta 1979 se consagraba campeón aquel equipo se sumara más puntos entre los dos partidos, pero si ambos habían ganado un partido se consagraba aquel que haya tenido más goles a favor; si los dos partidos habían finalizado empatados, se jugaría un tiempo suplementario y de persistir la igualdad se recurría a la definición por penales.
A partir de
1980, la final se disputó a partido único, disputándose el partido en Japón. Hasta el año 2000, los encuentros se celebraron en el Estadio Nacional de Tokio y a partir de 2002 se celebró en el Estadio Internacional de Yokohama , sede de la final de la Copa Mundial de Fútbol de 2002.
Todos los partidos se jugaban (a partir de 1980) a un único partido de 90 minutos (dividido en dos tiempos de 45 minutos más el tiempo perdido) y 15 minutos de descanso. En caso de que el partido terminara empatado se debían jugar 30 minutos de prórroga (dividido en dos tiempos de 15 minutos más el tiempo perdido) en donde no había descanso. Si la igualdad persistía los equipos debían ejecutar 5 penales cada uno, en forma alternada. Si al cabo de esos 5 penales no se definía el ganador, se debía pasar a la muerte súbita, donde los equipos debían seguir pateando un solo penal. El ganador era aquel que convirtiera en el mismo turno en el que su rival fallara.
A partir de ahora publicaremos los resultados de los encuentros de la Copa Intercontinental.

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